27/4/11

Hunderwatsser_sus manifiestos y teorías más arquitectónicas


Características e Influencias
Las características originales de Hundertwasser son la expresión del shock en el arte pictórico, la filosofía del ambientalismo environmentalismo, el diseño de fachadas, sellos postales, banderas y vestidos (entre otras áreas). Los temas comunes de su trabajo son el rechazo a las líneas rectas, colores brillantes, formas orgánicas, una reconciliación de los humanos con la naturaleza, y un fuerte individualismo.
Su inspiración eran las espirales, y llegó a denominar a la línea recta como la "herramienta del diablo". Él denominó a su teoría del arte "transautomatismo", basando su teoría en el Surrealismo automático.

Por lo que adquirió notoriedad Hundertwasser fue por sus pinturas de múltiples colores, hoy en día es muy conocido por sus diseños arquitectónicos revolucionarios, que suelen incorporar características naturales a los paisajes, mediante el uso de formas irregulares en los edificios que diseña. Los denominados: Hundertwasserhaus, son apartamentos de bajo coste en Viena, tienen las características de ser de pisos ondulantes ("un piso ondulado es una melodía para los pies"), un tejado recubierto de tierra y vegetación, y grandes árboles creciendo en las habitaciones, con sus limbos extendiéndose por las ventanas. 

Sintió que la arquitectura estándar no podía denominarse como arte, y declaró que el diseño de cualquier edificio debería estar influenciado por la estética de cada uno de sus habitantes. Hundertwasser fue conocido por su performance art, en el que por ejemplo se puede ver como aparece en público desnudo promocionando un toilete más ecológico y ahorrador de agua. 


La teoría de las cinco pieles
Desde que pintó su primera espiral en 1953, en el taller de su amigo René Brô, Hundertwasser ha empleado ese símbolo para expresar, su particular visión del mundo y su relación con la realidad exterior. Esta relación se desarrolla por osmosis, a partir de niveles de conciencia sucesivos y concéntricos respecto al yo interior profundo. El símbolo pictórico ilustra la metáfora biológica. Según Hunderwatsser el hombre tiene tres pieles: su epidermis natural, su ropa y su casa. 
Cuando en 1967 y 1968, el artista pronuncia sus discursos “Al desnudo” para proclamar el derecho del hombre a su tercera piel (la libre configuración de su casa), esta cumpliendo el rito del ciclo entero de la espiral:reencuentra su primera piel, la de su verdad original, la de su desnudez de hombre y de pintor, al despojarse de la segunde piel (su ropa), para proclamar así su derecho a la tercera piel (su casa). 
Más tarde, a partir de 1972, cuando comienza el gran cambio ideológico, se desarrollará la espiral de las principales preocupaciones de Hunderwatsser. Su sensibilidad por la existencia se enriquecerá con nuevas cuestiones, que exigirán nuevas respuestas y suscitarán nuevos compromisos. De esta manera, aparecerán las nuevas pieles que vendrán a añadirse a la envoltura concéntrica de las tres primeras. La cuarta piel del hombre es el entorno social (desde la familia a la nación, pasando por las afinidades electivas de la amistad). La quinta piel es la piel planetaria. A ésta le atañen el destino de la biosfera, la calidad de aire que respiramos, el estado de la corteza terrestre que nos cobija y nos alimenta.
 
El Manifiesto del Enmohecimiento
El “Manifiesto del Enmohecimiento” recupera los temas del transautomatismo desde el punto de vista del hábitat individual y colectivo: negación del racionalismo, de la línea recta y de la arquitectura funcional, afirmación de la libertad general de construcción. El manifiesto describe la trinidad ideal de las funciones que debe reunir el constructor, creador a la imagen y semejanza de Dios: 1_arquitecto, 2_albañil, 3_morador. El texto introduce el concepto del enmohecimiento, proceso de proliferación lenta, extensión de la actividad fluidoide y espiraloide de la pintura al dominio construido o a construir. El moho al germinar, sometido a su ley orgánica de expansión, ara fermentar las estructuras y reventar la línea recta en la casa. Cada habitante debe cultivar su propio moho doméstico.
La metáfora del enmohecimiento, más allá de su espectacular efecto inmediato, posee una extraordinaria riqueza seminal en el pensamiento evolutivo de Hunderwatsser. Anticipa toda la expansión progresiva de la teoría naturista integral, la dimensión osmótica de la relación del hombre con la naturaleza, la higiene moral de su relación con el mundo, su participación en el ciclo orgánico de la materia. La metáfora del enmohecimiento se convierte así en la imagen parabólica de la espiral expansiva del individuo: la casa a la que el hombre va dando forma según su voluntad es la extensión de la ropa que recubre su piel biológica.


El Manifiesto de La Santa Mierda
El pensamiento teórico de Hunderwatsser choca por la evidencia lógica de su progresión empírica. Su reflexión sobre enmohecimiento ha de desembocar fatalmente en la conclusión del ciclo biológico de la naturaleza. Con sus aseos de humus (Munich 1975) y el manifiesto de “La Santa Mierda” ha dado el paso definitivo: “ La mierda se convierte en tierra que se posa sobre el tejado, se convierte en hierba, bosque y jardín, el circulo se cierra, deja de haber deshechos.”
En la casa sana, los aseos de humus se integran en el ciclo orgánico de los árboles inquilino y de los tejados con vegetación. Quiere restablecer  el ciclo artificialmente interrumpido, de la mierda a la comida. Invertir el ciclo natural significa atribuirle el valor espiritual del mito de la energía vital. De esta forma la materia fecal espiritualizada adquiere el poder inmaterial de la energía cósmica. Se convierte en el elemento constitutivo de nuestra resurrección… la mierda es nuestra alma.” Hombre-humus-humanidad.
Hunderwatsser nos dice que la eternidad es el dominio del arte. Además proclama que el arte es un estilo de vida. Del “Enmohecimiento” a “La Santa Mierda” al ritmo de su experiencia vivida y jalonada de performances y manifiestos, la visión teórica de Hunderwatsser se ha estructurado en torno a una ecuación central: naturaleza+belleza=felicidad. El hombre esta en el centro del sistema: la armonía con la naturaleza es la clave de la felicidad y la belleza es el camino que nos conduce a ella. No hay belleza sin arte; este ultimo se identifica con el saber vivir.


 

13/4/11

casa Fernando Gómez, de Francisco Javier Sáenz de Oiza

Esta vivienda construida para el Dr Fernando Gomez y situada en Durana (Álava) sintetiza  muy bien las inquietudes de un Francisco Sáenz de Oiza que a sus 41 llevaba ya 10 años trabajando como profesor de Seguridad e Higiene en la Escuela de Madrid. Es precisamente en la escuela (mientras vigila un examen) donde inicia los primeros bocetos para este encargo.
Según comenta el autor, comenzó haciéndose esta pregunta  “¿cómo podría ser una casa partiendo desde cero?”  Terriblemente clarificadora, se atisban en ella las intenciones del arquitecto de liberarse de ataduras y prejuicios heredados; que arrastraba la arquitectura; y que la alejaba de un dialogo más rico con su entorno. Sáenz de Oiza logró sintetizar el programa de vivienda, en un concepto, la cubierta. ¿Cuál es sino el origen de la arquitectura? Para Oiza, comienza así esta casa; con la protección frente a las inclemencias meteorológicas, tan frecuentes en el territorio alavés.  Un gran paraguas de teja, sustentado por tres pilares de hormigón y muros  de ladrillo hueco, que se prolongan al exterior, y que se abren hacia el jardín, protegiendo las estancias interiores.








En el interior un espacio diáfano entorno a la chimenea, ordena las diferentes estancias. Como resultado de este orden, de claro carácter centrífugo, gracias a los muros interiores; Oiza obtiene una disposición funcional que se divide en las tres funciones: estar, dormir y servicios. Un orden que se integra perfectamente en la vocación orgánica de esta vivienda. Los diferentes espacios se distribuyen buscando la orientación más favorable según su uso.  Interiormente los muros se pliegan y se estiran conjugando estancias y diferenciando usos, sin la necesidad de encerrar herméticamente cada función.
La riqueza espacial interior, es muy rica como resultado de la diferencia de alturas entre las partes centrales y las partes más periféricas; gracias a las inclinaciones del tejado y la inserción de otros volúmenes a modo de altillo, como un espacio reservado para un estudio.
La extensión de los muros hacia el jardín prolonga las estancias al exterior y configura espacios al aire libre de acogedora singularidad, al amparo y protección de la arquitectura. Con esta suerte de simetrías, en cuanto responder a una disposición orgánica con una acotación de la naturaleza, se consigue romper los límites exterior-interior.
También cabe destacar el empleo de materiales como teja amarilla reutilizada de antiguas fábricas alavesas en la cubierta de tres vértices, además del revestimiento exterior de los muros con plaqueta de ladrillo de galletera. Mientras que en el interior se emplea, aparte de los ladrillos huecos en las paredes, madera de pino en los techos o antepecho del altillos y goma de la renfe en algunos suelos.



Según Moneo que trabajaba por aquel entonces en el estudio de Oiza, esta vivienda supuso un punto de inflexión en el trabajo de su paisano navarro, ya que con ella logró entender un tipo de arquitectura que era más complejo que el de Mies y que tal complejidad permitía una expresión más libre.
Sin duda se trata de una construcción de claro propósito experimental, la cual presentó Sáenz de Oiza para obtener el titulo de doctor, con lo que podemos entrever su satisfacción por la misma, y que sin duda el autor obtuvo, como dice Moneo, un aprendizaje muy rico de ella; pasando a su vez a formar parte de uno de los ejemplos de vivienda unifamiliar más felices de aquellos años, y por ende uno de los ejemplos de arquitectura.