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20/6/11

lámpara Coderch de José Antonio Coderch



Quizás sea por su astuta simplicidad; o posiblemente por la inmediatez y comprensión del material, o por la sensual combinación de color y forma, o por la calidez de su producto (luz)… en fin… seguramente se deba a la humanidad del conjunto de la pieza. Lo que no cabe duda es que la lámpara diseñada por Coderch en 1952, es uno de las más geniales diseños del arquitecto catalán. Lo que verdaderamente fascina de esta pieza, es la naturalidad con la que su diseño soporta el paso del tiempo; da la sensación de tratase de uno de los últimos diseños en luminarias.

Coderch consiguió una fuente de luz que irradia energía y calidez. Cargada de humanidad, evoca la esencia de la arquitectura que no es otra que el cobijo, el hogar. Dota al espacio de una atmosfera protectora.

Según palabras del propio José Antonio Coderch: “el problema esencial para nosotros era el proyecto de una lámpara de luz ambiente. Una vez realizada, se vio que la luz que producía daba intimidad y se parecía a la del fuego de una chimenea”

No menos interesante que el resultado final, es indagar en las referencias que Coderch utilizó para dar forma a sus intenciones. Gracias a la investigación de Elías Torres, maravilla descubrir el material que se encuentra en los archivos de Coderch bajo la palabra lámpara. Todas ellas, referencias, de gran sensualidad formal; Coderch manejó para el diseño de esta lámpara cosas como:

  1. Una tarjeta de la casa Balenciaga con dibujos y notas referidos a un traje y complementos de Balenciaga; y al traje de la guardia Suiza del Vaticano.
  2. Tres fotografías con diseños de Balenciaga ( dos vestidos y una manga de abrigo)
  3. Un dibujo con la siguiente nota: ristre de lámparas apersianadas-lamadas o rascacielos brancusiano.
  4. Pequeños trozos de papel grapados con dibujos y las siguientes notas escritas: 
    • Versión para el Misterio de Elche en sustitución de la granada dentro de la que desciende el ángel anunciador; se irá abriendo mientras baja, manifestando en voz-música la luz divina. 
    • Adorno e iluminación de los árboles de la plaza durante las fiestas de Espolla (27 de octubre)  
    • farolillo chino 
    • Puff tipo marroquí, colores de piel natural(oscura y clara) 
    • Como el turbante del rey Baltasar. 
    • Traje otomano con mangas, calzones y turbante.

      La lámpara, diseñada en 1952, se compone de finas lamas de madera que filtran y reflejan la lúz en un tono rojizo. Aunque también la podemos encontrar en versión “congelada al punto de escarcha”  fabricada en plexiglás blanco en lugar de madera. Las lamas de madera o plexiglás envuelven la candela mediante soportes de acero negro,  los cuales fueron meticulosamente pensados por Coderch hasta encontrar la solución adecuada; lo que atestigua las quince soluciones diferentes de soportes, que podemos encontrar en el archivo Coderch.
      Podemos atisbar una presencia nórdica con la sensual utilización de los materiales. Lo que se demuestra en sus palabras en la carta “historias de unas castañuelas” de 1967 que filtran una gran admiración por los arquitectos finlandeses: “ uno de los problemas más importantes para un arquitecto es hacer compatible el progreso con la humanidad que irradian las viejas construcciones. […] la contemplación de los arquitectos finlandeses me han servido como consuelo y de esperanza. […] respetan los valores esenciales del hombre y del mundo que nos rodea”

      Gran parte de las inquietudes que acompañaron a Coderch a lo largo de su vida como la domesticidad, la abstracción de la imagen, la luz, la atemporalidad del diseño, la memoria, la forma orgánica… se unen en este diseño; que a pesar de no tratarse de un edifico lo debemos de leer inmerso en el conjunto de su obra, como fiel reflejo de la misma.

      5/1/11

      Mesa Ines Table_Enric Miralles



      En la vivienda de Miralles todo es cambiante, como en un tablero de ajedrez, en el que se juega con las piezas pero después todas vuelven a su lugar, para el comienzo del juego. Solo un objeto, en apariencia muy serio, permanece: la mesa que diseñó Miralles. Es de 1993 y el nombre se las trae: Mesa Ines Table. Estaba duplicada en la casa de la calle Avinyó. Viajó al museo de Rotterdam y a la nueva casa de la calle de Mercaders.
      Benedetta y el carpintero de la obra regalaron un ejemplar a la biblioteca de Pallafols una vez terminado el edificio. A ella se refiere varias veces Miralles. En primer lugar para indicar que es uno de los temas más difíciles de resolver para un diseñador: “Una vez les pedí a los estudiantes que diseñaran una mesa, pero enseguida me di cuenta de que éste es un problema muy difícil y sofisticado, incluso para mí,” una arrogancia que Miralles lanza como desafío. Miralles sabe de las dificultades, pero sabe de otras cosas que le han hecho visibles éstas dificultades.
      Vayamos hacia atrás. En 1993 volvemos a la mesa, poco después de construirla, fresca en la memoria y fuerte en su presencia. Y la descripción no es por un casual, será larga: “(…) me propusieron para una pequeña exposición que construyera una pieza que respondiera a mi modo de pensar, o este tipo de cosas. Les hice esta propuesta. Les propuse trabajar en esta mesa donde casi coinciden bastante con el tema de nuestro trabajo… Esta mesa tiene el tamaño de una habitación, aproximadamente 3x2.80 metros, la forma que va teniendo va modificándose. Con esto es una pieza que, además, permite en el momento en que te sientas o decides en qué lugar vas a trabajar, envolverte alrededor de ti mismo. Yo creo que resumiría esta parte, que os quiero explicar hoy, casi laberíntica, en un objeto. Es una pieza construida en madera de roble, como las de las oficinas de principio de siglo. Construimos dos, que me parece bastante importante: ésta que está allí abajo, y esta que está acá. Esta pieza era casi, para entendernos, como una especie de kit de supervivencia: con esto, una cocina y un baño puedes vivir, creo, además que puedes vivir muy bien… La podría contar relacionada con muchas cosas… Es un instrumento de trabajo y a la vez es un instrumento de reflexión…Yo creo que la dimensión de mis proyectos es un poco la mesa”.
      Después de lo dicho pocas cosas pueden añadirse. Miralles lo ha contado casi todo de este objeto que a él le gustaba presentar como metáfora de su trabajo. Seguramente es de las veces que se ha esmerado más en trasladarnos sus preocupaciones.