8/11/10

Ibón Aranberri_dos obras en profundidad

Nace en Itziar, Guipúzcoa. Licenciado en Bellas Artes en 1994 por la Universidad del País Vasco, Bilbao. Asiste a los talleres de Arteleku, San Sebastián, a mediados de los 90. Continúa sus estudios en CCA-Kitakyushu, Japón. Colabora en sus inicios con el proyecto Consonni, Bilbao, 2000. Participa en Manifesta 4, Frankfurt 2002. Entre sus últimas exposiciones destacan On working with (Ir.T.nº 513), Iaspis project room, Estocolmo, 2006; Documenta 12, Kassel 2007; Integration, Kunsthalle Basel, Basilea, 2007; Disorder, Frankfurter Kunstverein, Frankfurt, 2008; 16th Biennale of Sidney, 2008. Actualmente prepara una exposición individual en la Fundació Antoni Tàpies, Barcelona,2011.


CAVE_Iritegi koba_ bats, no people


Alejada de las zonas urbanas, la cueva de Iritegi se encuentra en las inmediaciones de la sierra de Aitzgorri, al fondo de un estrecho valle, perteneciente al término municipa
l de Oñati (Gipuzkoa). La cueva consta de varias galerías subterráneas que se extienden a lo largo de varios kilómetros, una de las cuales forma la entrada principal, de un diámetro aproximado de 5m. Es considerado un lugar de alto interés biológico, ya que existen en su interior especies protegidas de murciélagos.




La cueva ha sido cerrada materialmente. Su fisonomía originaria se ha visto transformada. Para ello se ha construido una estructura plana y opaca que cubre el espacio de la boca de entrada. El sistema empleado consiste en paneles metalicos modulares de gran resistencia que unidos entre sí cierran la totalidad de la superficie. La silueta de la estructura ha sido reproducida según la medida de la roca. Todas las piedras han sido recubiertas por un tratamiento anticorrosivo de condicion duradera.








Sin embargo, la estructura entera es fácilmente desmontable, puede ser retirada en el caso de que así se requiera. Teniendo en cuenta las propiedades del lugar se han realizado las adaptaciones necesarias:
1_entre la roca circundante y la silueta de la estructura se guarda un margen de apertura suficiente para producir corrientes de ventilación.
2_la estructura se mantiene suspendida sobre los puntos de anclaje, de manera que ningun punto apoya sobre la base del sedimento.
3_ Los estudios sobre los murciélagos destacan su capacidad para orientarse en la oscuridad principalmente con un sistema radar. Se ha rehabilitado un orificio de entrada y salida en la parte superior de la estructura. Este orificio deberá permitir la libre circulación. Pasado el periodo de aprendizaje, se observara el comportamiento de los murciélagos hacia el nuevo elemento.
4_Por otro lado, uno de los modulos inferiores queda articulado, convirtiendose en puerta de acceso para casos de necesidad. Dispone de una cerradura con llave, de la cual se han repartido llaves entre distintas entidades y personas implicadas. Toda persona que lo desee puede disponer de esta llave.
El desarrollo de esta transformación dependera de su capacidad de adaptación al medio. Dependera de las respuestas que vaya a provocar en la sensibilidad ciudadana, debera aguantar ante las agresiones de todo tipo que pueda sufrir. Esta intervención adquiere significado propio en su lugar de inscripción. Conecta con los arquetipos imaginarios de la cultura local, donde la tradición romantica sigue representando la prehistoria como el gran mito originario. La definición de la identidad colectiva se sustenta fuertemente en la idea de territorio deonde el paisaje constituye el escenario simbólico. Aquí la densidad contenida se superficializa para pasar a transformarse en signo.
Gramática de la Meseta

Una parte de materia pétrea e inerte se extrae y se labra para ajustarse a un segmento de la obra. Las piezas son trasladadas una por una y retocadas para su conservación. Se cubren de escayola como medida protectora para evitar el deterioro de su ornamento. A continuación, son numeradas a mano con pintura y diseminadas en una ladera tras ser desmontadas. Pueden permanecer así durante años hasta que una decisión política decida su nueva ubicación. Finalmente, son trasladadas a su destino mediante bueyes o vehículos motorizados, dependiendo de los recursos mecánicos de la época. En una complicada acrobacia material, se levantan unos enormes andamios de madera para facilitar el trabajo arduo de recolocación de las piedras. Según el criterio aplicado, se respetan las simetrías de su origen o son modificadas.
En las zonas poco expuestas a la lluvia, los restos de escayola sobre moldura y la pintura de los números han permanecido hasta nuestros días.
En casos singulares, el borrado intencionado de los números mediante desgaste ha provocado una huella negativa de las inscripciones.
Se construirá un embalse, una nueva autopista o una estación de ski. Estos megaproyectos serán causantes de la destrucción del patrimonio o bien atraerán restos catalogados ante la necesidad de fundar una nueva identidad sobre lugares desprovistos de memoria emblemática. A veces, se tratará de un mero traslado dentro de la ciudad o del fragmento de una ruina en las afueras, reubicada en el centro histórico, motivado por la representación de poder que nos otorga el patrimonio monumental. A partir de los elementos más característicos de estos vestigios, se levantarán edificios nuevos con formas y funciones distintas a las originales. Eventualmente, estas nuevas composiciones preservan un valor de uso equivalente al estado anterior, implementado incluso por su propio efecto. La mayoría de las veces, tal cualidad se pierde al modificarse su valor original y dar paso a un estereotipo de monumento-objeto.
Eligiendo un punto arbitrario sobre el mapa, se podrá decidir el nuevo asentamiento. Por inercia, se recomendará su traslado a los jardines de la capital o al centro localizado de una nueva urbanización. En el mejor de los casos, terminará en un nuevo asentamiento próximo al primero, como consecuencia de la defensa ejercida por la comunidad.
En un primer período se completarán en el traslado las partes ausentes o derruidas de la construcción. Según pasen las décadas, la morfología truncada de la propia ruina será respetada hasta reproducirla al detalle. De esta manera la iconografía transplantada se podrá asimilar como elemento visual en la difusión corporativa de las entidades implicadas. Se colocarán paneles informativos adecuados a la nueva clase de visitantes. Hiper­bólicamente, el nuevo escenario será alumbrado en la oscuridad, mediante electricidad suministrada por empresas patrocinadoras. Así, el exterior adopta una nueva función contemplativa, en sustitución del vaciamiento litúrgico del interior. La piedra se convierte en superficie de conducción de la electricidad.
Generalmente, estos episodios suceden alejados de la costa y de los tradicionales ejes de comunicación. Se puede deducir que en lugares remotos y escarpados es donde mejor se ha preservado el patrimonio antiguo en su estado primigenio. Al toparse con la expansión de las infraestructuras modernas es cuando las conmociones de la memoria toman lugar.
El uso de materiales contemporáneos en la reconstrucción genera a su vez nuevas variaciones morfológicas y semánticas. Las juntas entre la sillería se rellenan ahora de cemento y resina. En consecuencia, la nueva construcción acabará dilatándose respecto a las medidas del original, como la metáfora de una ficción sobrerrepresentada.
El traslado de la arquitectura histórica es una práctica no recomendada por la teoría restauradora y la legislación derivada de ella, por el peligro que supone para la integridad de los valores documentales, históricos y artísticos de los monumentos. No obstante, ha sido una modalidad utilizada durante el siglo XX.
Toda producción resulta hoy transferible y volátil. Los elementos cambian de lugar y de aspecto constantemente. La transformación del paisaje por acción manual ha tocado su fin, la necesidad primaria del ser humano ha sido satisfecha. Ya no queda razón industrial para carreteras o centrales nucleares. Con la posmodernidad todo enclave es como cualquier otro (excluyendo algunos desiertos o montañas que se muestran inhabitables). Las motivaciones de las grandes obras son ahora simbólicas o espirituales: a la manera de las piedras que son transportadas una por una. Hipotéticamente, estas ordenaciones se sintetizan como intervenciones de land art. Sites y espacios topológicos recodificados, resultado inesperado de la largamente proclamada comunión entre arte y naturaleza.
El camino entre el lugar A (origen) y el lugar B (destino) puede ser largo o corto y en cualquier caso resultará una migración constante, llena de acontecimientos, en cualquier punto a través de la línea ideal entre ambos polos. No será, está claro, un mera recolocación de la materia. Hay objetos que transportamos con nosotros, otros que permanecen. Como una trans­acción de materiales y de memoria, memoria construida y desmantelada una y otra vez. De esta manera el objeto visible sustituye a la memoria. La distancia entre el A y el B genera la manera por la cual apreciamos el origen y la idea del “espacio primigenio”.
Poco queda del pasado glorioso, ni siquiera ruinas o columnas. Dicen los movimientos radicales: miraremos al sol, las nubes, las estrellas. Ya no hay necesidad para cobijo, desde que las condiciones climáticas y el mecanismo corporal de termorregulación han sido modificados para garantizar un confort total. Como mucho podemos jugar a construir refugios, a construir arquitectura, a construir monumentos. El movimiento de individuos y sus asentamientos interactúa constantemente, creando así una corriente continua. Los flujos y las migraciones del individuo pueden deducirse de la regulación de normas precisas, la distancia entre lugar A y B, atracción – reacción, destrucción – reconstrucción.
Se habla de la disfuncionalidad de las obras civiles, de la irracionalidad de los traslados. Ciudades vacías, grandes infraestructuras, zonas de esparcimiento, destinos de peregrinaje espiritual, vértices geodésicos, son diferentes expresiones de un deseo análogo, en un intento de controlar el entorno natural desde unos significados económicos.
El modelo anhelado constituye la lógica selección de estas tendencias en desarrollo: la eliminación de toda estructura formal, la transferencia de toda actividad diseñada a una esfera conceptual. En esencia, la renuncia a la producción y el consumo, la renuncia al trabajo, son visualizadas como una metáfora “afísica”. En un continuo tránsito de materia y energía, la destrucción se yuxtapone a la preservación. La transformación elimina el poso de la memoria, a la vez que activa la vida de la entidad afectada.

4 comentarios:

MBI dijo...

.............
Akí de nuevo....
Gracias por esas entradas tan trabajadas...

TOKI dijo...

Gran entrada.
Los trabajos de Ibon invitan a la reflexión, rescatan memoria y sentidos. Al contrario, en muchas exposiciones de arte que soportamos simplemente se muestran "cosas estéticas".
En estos trabajos se pone en cuestión la propia práctica del artista: ¿el artista se convierte en "traductor" (en su sentido más amplio)?, ¿el artista se convierte en mediador?. Se terminó por fin la figura del artista como productor de "cosas" simplemente estéticas.
¿CÓMO TRADUCIMOS TODO ESTO A LA PRÁCTICA DE LA ARQUITECTURA?

hacedor de trampas dijo...

gracias a ti por tu valoración.. es encantadora la gente que se conoce de esta forma. Un abrazo

hacedor de trampas dijo...

Gracias TOKI_ totalmente de acuerdo con lo que comentas, los trabajos de Ibón tienen una dimensión diferente, porque como bien dices, no sólo se centran en lo estético sino que van "más allá", para entenderlos plenamente hay que empaparse de toda la investigación que hay en torno al resultado, es por eso que la entrada sólo habla de dos trabajos en profundidad (una relativa profundidad porque sino la entrada sería muy extensa).