10/2/10

arquitectura en la memoria:museo de Silkeborg de Utzon

Les trois Soeurs de Fernand Léger
Año 1963, Hellebaek (Dinamarca), estudio de Jorn Utzon. Sobre las mesas se agolpan planos y maquetas de la opera de Sydney; en las paredes  una tapiz original de Le Corbusier y otra pintura; Les trois Soeurs de Fernand Léger.
La relación entre masas y vacíos curvos, captando la luz, para la creación  de atmósferas; junto con la construcción prefabricada ensayada en Sydney, y aprendida de arquitecturas  orientales y la industria naval, en la que trabajaba su padre como ingeniero; parece por esta época una de las obsesiones del danés.  Si a esto añadimos, un viaje que hace, como comenta en la memoria de este proyecto, a las cuevas de Tatung (Pekin) nos encontramos ante el caldo de cultivo con el que Utzon comienza a  dibujar el proyecto para el museo de Silkeborg.

Sin embargo, la historia comienza diez años antes, en 1953, cuando el fundador del grupo CoBraA, Asger Jorn , dona  sus obras a un pequeño museo existente en el pueblo de Silkeborg. Junto a este museo en un pequeño jardín existente, se va a situar el nuevo proyecto de museo. El nuevo museo se desarrolla principalmente enterrado, con la intención de no interferir en el entorno existente.  Según comenta el arquitecto en la memoria del proyecto, el museo tiene  una estructura formal de horno o cueva,  que dota al espacio de una sensación envolvente, mediante las formas continuas,  con la intención de crear un espacio que destaque las piezas artísticas (pinturas , esculturas, cerámicas…).
“ Sin escaleras o pasajes que lo obstruyan, el visitante se  desplazará hacia abajo casi imperceptiblemente a lo largo de la rampa de bajada que lo quía a través del espacio” (memoria del proyecto 1963)
El suelo debía participar en un movimiento continuo que guiaría al visitante a través de diferentes espacios. La luz cenital  se presentaría pura y variada; incidiendo principalmente sobre suelos curvos y blancas paredes. La regulación de la entrada de luz se pensó, mediante lamas regulables; mientras que la luz artificial se basaría en focos directos hacia las piezas expuestas.
En cuanto a los volúmenes exteriores, destacan las grandes “vasijas” o “lucernarios aaltianos transformados en edificios” según comentaba Moneo.  Estas  superficies irían revestidas, al igual que la opera de Sydney, con piezas cerámicas brillantes y mate, para dotarlas de un aspecto resplandeciente. Aunque pueda parecer lo contrario estas superficies curvas mantienen un rigor geométrico  con la intención de hacer sencilla su construcción. Dentro de este rigor geométrico, también podemos destacar la modulación con la que fue concebida la parte de los muros paralelos que une el edificio nuevo con el existente. Esta parte albergaría la entrada y una cafetería, y estaría cubierta con unas vigas y soportes con perfil en V , dispuestos en intervalos de 1,75 metros. Dichas vigas se extenderían y se plegarían creando diferentes espacios, iluminados cenitalmente.
más información en:
UTZON: MUSEO DE SILKEBORG, 1963 de SOBEJANO GARCIA, ENRIQUE y NIETO DE LA CIERVA, FUENSANTA



JØRN UTZON.: WORKS AND PROJECTS de JAIME FERRERR FORÉS

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